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Elecciones sobre la lucidez, José Saramago…

En su breve novela Ensayo sobre la Lucidez, José Saramago (Portugal, 1922-2010) narra la historia de un pueblo que llegadas las elecciones nacionales, se negó a votar, actuando en dos direcciones: acudiendo muy tarde a las urnas, los pocos que fueron; y votando nulo, la inmensa mayoría de los votantes, quienes depositaron en blanco las papeletas de votación…

¿Lucidez, la gente pensó?

Qué casualidad, qué tanto el parecido con la actual Venezuela. ¿Lucidez de los votantes? ¿Desobediencia? No sé. El parecido – si lo hubiera – y la pertinencia de la novela para el momento, me ha llevado a invitarles desde Salkedus, a leer al menos uno o dos breves fragmentos, oyendo el fino trazo de la pluma del propio escritor:

“Terminadas las operaciones de inspección de los diversos materiales, manda la ley de este país que voten inmediatamente el presidente (de la mesa), los vocales y los delegados de los partidos, así como las respectivas suplencias, siempre que, claro está, estén inscritos en el colegio electoral cuya mesa integran, como es el caso. Incluso estirando el tiempo, cuatro minutos bastaron para que la urna recibiese sus primeros once votos. Y la espera, no quedaba otro remedio, comenzó. Aun no pasaba media hora cuando el presidente, inquieto, sugirió a uno de los vocales que saliera a cerciorarse de si venía alguien, es posible que hayan aparecido electores (…) Cuando regresó a la sala, mientras se secaba la cara con la manga de la chaqueta (y respondiendo a la pregunta del presidente, dijo:) hasta donde la vista me alcanza, nadie, la calle es un desierto de agua.

Pasaba de la medianoche cuando el escrutinio terminó. Los votos válidos no llegaban al veinticinco por ciento, distribuidos entre el partido de la derecha, trece por ciento, partido del medio, nueve por ciento, y partido de la izquierda, dos y medio por ciento. Poquísimos los votos nulos (…) Todos los otros, más del setenta por ciento de la totalidad, estaban en blanco.”

Leer más en: Todos los nombres me suenan a Saramago

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