Qué largos recorridos hacen las culturas y sus tradiciones. Si hoy, partiendo desde Estados Unidos y Canadá y su Día de Brujas, Día de Halloween o Halloween simplemente, hacemos un recorrido imaginario hasta Inglaterra, Irlanda y Escocia, para luego volver a América, hallaremos a todo lo largo del recorrido, otras fiestas muy parecidas.
Ya de regreso de nuestro viaje imaginario, el famoso día de Halloween de celtas y nórdicos no resulta ya tan ajeno ni tan lejano a los pueblos iberoamericanos, culturalmente hablando, aunque sus raíces sean anglosajonas y no latinas. Para los pueblos llamados hoy católicos; o cristianos, simplemente, existe el Día de los Muertos o Día de Difuntos, con su muy cercano Día de Todos los Santos, aunque ya muy débilmente celebrados, el primero y el dos de noviembre, respectivamente.
Consultar un enlace al respecto: https://es.wikipedia.org/wiki/Halloween
Muertos de vida, estamos muertos de vida…
En cualquiera de los casos, son celebraciones en que se rinde culto a los seres fallecidos; y a la muerte misma, por ser ella inevitable pero también símbolo indiscutible de renovación. De vida. Debemos hacer notar aquí la cercanía de las fechas: 31 de octubre, fecha para el Día de Brujas. Y el primero y el dos de noviembre, respectivamente, para la festividad iberoamericana. Son fechas ligadas necesariamente con la época de la cosecha, el otoño, en el hemisferio norte, lugar de donde partió esta anciana celebración.
Salkedus también quisiera hacer notar la belleza o estética de la simbología profunda de la celebración, oculta y degradada ya por la comercialización de la fecha (aunque de ello no debemos quejarnos, es casi la única puerta que queda hacia esa festividad). Una estética dada en la simbiosis de dos colores, el negro y el anaranjado, para nada arbitrarios en esta ocasión, para nada superficiales y nunca confundidos o mezclados. Dos fuerzas antagónicas igualmente titánicas, pero por siempre equilibradas y dialécticas. El negro, la profundidad, el silencio, la quietud de La Muerte, los abismos de donde se emerge y a donde iremos tarde o temprano. El anaranjado, el ocre tostado de la hoja muerta de la planta que sin embargo muriendo deja su fruto recién nacido y esperando ser cosechado: el fruto de la vida, de la alegría, de la semilla…
Halloween y su significado
Todo, en el ciclo idéntico del eterno para siempre. La anaranjada calabaza con su luz interior, el fruto de vida… Y su muerte dentro. Que siendo oscuro su interior, tiene luz, fíjense… Muerte y Vida. Luces y Sombras. No olvidemos que la línea entre vida y muerte es fuerte y clara, pero muy tenue, muy muy tenue, oh contradicción.
Es que Halloween significa, etimológicamente, vísperas del día de todos los Santos.
¿Es ajeno o propio el Halloween? Las tradiciones y costumbres, como la lengua, el lenguaje, van río arriba y río abajo, bañándonos. Y cada pueblo es irrigado y bañado. Y cada uno absorbe sus aguas, toda o en parte, pero lo hace. Cada sociedad agrega o quita cuando recuerda a la inevitable muerte. Unos desde el Halloween; otros desde el Día de los Muertos. Y el río de la historia continúa…