Como García Lorca a veces me siento. No por poeta, sino por niño. A veces me siento inútil, tras mi vejez, después de haber corrido cansado, tras ella. A veces la vida de mí se ríe. A veces la vida, se sonríe; y a veces la vida al fin me sonríe. Y a veces yo, a la vida adoro; y a veces yo a la vida añoro. A veces veo que ella serena, cuando a mi niñez contempla, la veo siempre atenta, entre sus muchos dones. Y nunca veo jamás, bajo mis canas, un gesto tan suyo que no sea de gracia…
Balada de la Placeta
A veces… A veces y una vez más, Salkedus se complace en Federico García Lorca, el poeta granadino a quien ya una vez dedicamos un poco de nuestro humilde espacio (véase entrega del dieciséis de agosto de 2017). Esa vez fue con su poema: Cuatro Baladas Amarillas. Y hoy otra vez, con ese anhelo de infancia llamado Balada de la Placeta, unos fragmentos que mirando atrás, siempre miran adelante, buscando la vitalidad de la niñez, para traerla hasta la madurez. Les invito aquí:
1919
“Cantan los niños
en la noche quieta;
¡arroyo claro,
fuente serena!
Los niños
¿Qué tiene tu divino
corazón en fiesta?
Yo
Un doblar de campanas,
perdidas en la niebla.
Los niños
Ya nos dejas cantando
en la plazuela.
¡Arroyo claro,
fuente serena!
¿Qué tienes en tus manos
de primavera?
Yo
Una rosa de sangre
y una azucena.
Los niños
Mójalas en el agua
de la canción añeja.
¡Arroyo claro,
fuente serena!
(…)
Los niños
¿Quién te enseñó el camino
de los poetas?
Yo
La fuente y el arroyo
de la canción añeja.
(…)
Yo
Se ha llenado de luces
mi corazón de seda,
de lirios y de abejas,
y yo me iré muy lejos,
más allá de esas sierras,
más allá de los mares,
cerca de las estrellas,
para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
mi alma antigua de niño,
madura de leyendas,
con el gorro de plumas
y el sable de madera.
Los niños
Ya nos dejas cantando
en la plazuela,
¡arroyo claro,
fuente serena!
Las pupilas enormes
de las frondas resecas,
heridas por el viento,
lloran las hojas muertas.”
Extraído de: Antología Poética, Pp. 35-38. Ediciones Aguilar. México, 1977. Versión impresa.