Desde Salkedus les ofrezco una hermosa pieza de Guillermo Jiménez Leal, compositor y poeta barinés arraigado en París por cierto, quien compuso el bello pasaje Caña Dulce, cuya versión de Miguel Ángel Bosch, bien vale la pena disfrutar.
Ojos de miel…
Se oye como dejando estar el viento donde quiera, pero siempre a nuestro alrededor, moderando la calidez de un fogoso día de febrero o marzo… Pupilas de miel y labios de poma rosa emergen cuando la voz del cantante así lo evoca.
¿Qué hacer con la música sino escucharla, encantarse en su remanso?
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