Como García Lorca a veces me siento. No por poeta, sino por niño. A veces me siento inútil, tras mi vejez, después de haber corrido cansado, tras ella. A veces la vida de mí se ríe. A veces la vida, se sonríe; y a veces la vida al fin me sonríe. Y a veces yo, a la vida adoro; y a veces yo a la vida añoro. A veces veo que ella serena, cuando a mi niñez contempla, la veo siempre atenta, entre sus muchos dones. Y nunca veo jamás, bajo mis canas, un gesto tan suyo que no sea de gracia… Balada de la Placeta A veces… A veces…