¿No es como para volverse loco recibir una carta anónima exigiendo nuestro propio suicidio, el cual deberemos ejecutar en determinado plazo, perentorio por cierto? De lo contrario, diría la nefasta carta, familiares sufrirán algo terrible. Y la carta nos haría responsables de tal tragedia. Y la carta explicaría ser, una venganza por un daño, o supuesto daño, infligido alguna vez por nosotros al cruel personaje firmante o remitente. Y a continuación la carta nos presentaría una lista con nombres y dirección de cada uno de nuestros seres más queridos, demostrando la fuerza y certeza de su amenaza. Salkedus les dice acerca de una de las mejores novelas del escritor John…